15/9/09

Estudiantes y Aspirantes

A LOS ESTUDIANTES Y ASPIRANTES A SERLO DE LA ESCUELA INDUSTRIAL:
Desde hace ya varios años la actividad económica del país viene aumentando, a raíz de muchas y complejas causas, tanto internas como del contexto mundial y que no viene al caso abordar en esta nota.
Pero el tema que nos preocupa es que ese permanente incremento significa que las empresas e industrias-tanto de las grandes urbes, como de cada pueblito y zona rural-, incrementen permanentemente su volumen de producción, necesitando para ello más materias primas e insumos, herramientas y maquinarias, energía, y por supuesto, lo más importante, CAPITAL HUMANO.
Claro que estas personas necesarias para desempeñarse en empresas que producen bienes y servicios necesitan una formación fundamentalmente técnica, dado que deben manipular y manejar materiales, elementos y tecnología que así lo requieren.
Dado el desmejoramiento de la educación técnica en las décadas pasadas, debido entre otras causas a la ya extinguida Ley Federal de Educación, malas políticas educacionales y muy bajo compromiso de los sectores empresariales-industriales al respecto, los jóvenes técnicos no están correctamente formados ni alcanzan en la cantidad requerida por esta creciente demanda por parte de pequeñas, medianas y grandes empresas.
No obstante, puede apreciarse un cambio en el rumbo de la educación técnica que esperamos todos pueda hacerse realidad definitivamente, a través de nuevos planes de estudio, edificios y equipamientos, mejoras en la actividad docente (comenzando por sueldos dignos y estimulantes), recuperando así el importantísimo rol que han tenido las viejas escuelas industriales. Eso es lo que debiéramos recuperar, independientemente del nombre, siglas y números que se les coloquen a las escuelas técnicas.
En mi actividad profesional, he conocido técnicos, que ya con canas y manos callosas, me han demostrado saber mucho más que muchos ingenieros formados en universidades. Con sus conocimientos de dibujo, mecánica, electricidad, han alcanzado incluso el status de empresarios y han llegado a conformar empresas muy importantes. Tenemos ejemplo de ello en la zona, solo deben indagar un poquito en la historia de las empresas de la región para saberlo. No veo porque esa historia no pueda remozarse, con todas las innovaciones y modernizaciones que sean necesarias en pleno siglo XXI, con más computación, controles numéricos, programadores lógicos programables (PLC), neumática, hidráulica, etc., pero en definitiva, con criterio, sentido común e ingenio, que deben caracterizar a un técnico y para los que las empresas le tienen las puertas abiertas con ansiedad. Es hora de ocuparse en construir el futuro personal, que a su vez, no deja de ser el granito de arena para reconstruir el país que nos merecemos.

Ing. Pablo Pila

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